lunes, 14 de octubre de 2019

Camila

Retomo una serie que comencé a escribir en aquel lejano y feliz año 2014. 

Yo quería


Alguien alguna vez me dijo que un buen baño siempre lo cura todo, eso intento, todo fue tan rápido que la verdad me es difícil no pensar en ello, me siento extraña, soy un cumulo de sentimientos pero no se bien describir cuales son, identifico la ira, la decepción, la tristeza, suspiro, siento un nudo en el pecho, el pensar en recuperar todo y en un momento haber dejado la historia no me agrada, pero… ¿Estaré bien?. Si, algo me lo dice, costará, eso también lo sé, pero lo haré.

Termino mi baño, cierro la llave, me envuelvo en la toalla y brevemente corroboro mi aspecto en el espejo, mis ojos no se notan hinchados igual no les he dado la oportunidad de inundarse por completo, salgo del baño y me siento en la cama, todo se me hace tan extraño, tan nuevo, nada ahí me es familiar, faltan muchas cosas, siento que no tengo un espacio, siento que no hay nada que hacer ahí, pero también se que es el único lugar donde por ahora puedo estar.

Tomo mi móvil, selecciono una canción que comienza con la lluvia de fondo:

“Tantas promesas que se apagan hoy/ y no sabemos bien porque…”

Promesas, pareciera que para las demás personas las promesas no tienen validez, las promesas son algo que se puede romper y hacer como si nada hubiera sucedido, las promesas ya no son nada, pienso mientras enciendo un cigarro, el frío comienza a llegarme, pero no tengo ganas de moverme, no quiero vestirme, no quiero salir de ahí.

“… Yo quería parar el tiempo/ con tus ojos viéndome/ con las ganas de quedarme así, abrazándote/ y para aquel momento cada vez que tu te ibas/ yo quería, si quería/ yo quería cambiar el mundo/ pero el mundo es como es/ … Yo quería tenerte sola y que fueras para siempre mía…”

De manera fulminante llegan los recuerdos de tus brazos sobre mí… “Tu voz, tu risa, tu alegría” ¿Realmente tendrás razón? ¿Me concentre tanto en el despacho, como para descuidarte?, intento justificarte, la música se detiene intempestivamente, es Mariana -¡Ya llegué! ¿Dónde estás?-pregunta,- En la habitación, termino de vestirme y bajo, te veo en la zona de la terraza- respondí.

Me enfundo en los primeros Jeans que veo, el primer suéter más abrigador que he traído conmigo y bajo, la veo ahí sentada con mil preguntas en el rostro, pero ni yo tenía respuestas así que, esperaba que la platica con mi mejor amiga ayudara en algo. Mientras avanzo tomo aire y finalmente saludo:
-Hola- le digo, se levanta y me abraza. -Cuéntame, ¿Qué sucedió?- pregunta, por varios minutos y mientras fumo otro cigarro le cuento como sucedieron las cosas, la voz se me quiebra y apenas hago pausas cuando siento que ya no puedo más, sus ojos me miran, no comprende lo que le digo, pareciera no creerlo, toma su café mientras me escucha, por fin termino con la parte donde llego a un hotel y me asignan la habitación 402, Mariana toma nuevamente un sorbo de café y luego de una pausa en la que parecía que pensaba lo que estaba a punto de decir, comenta - Hace un par de meses Sonia y Marisa- nuevamente hace una pausa, yo no entiendo que tienen que ver aquí las demás amigas que ahora no están, no al menos aquí en la terraza con nosotras, continua, -Sonia y Marisa me comentaron que la vieron con una chica alta y castaña, pasaban fuera de tu casa, iban en su auto y la vieron, realmente no vieron nada sospechoso, solo que iban tomadas de la mano-la descripción que acababa de recibir sonaba a que podía encajar con  la de muchas mujeres, pero si, la mujer con la que la vi hoy tenía el cabello castaño y era un poco mas alta que ella, -¿Sucede algo?- pregunta Mariana y me devuelve a aquella platica, -Sé que la descripción podría encajar con muchas, pero hoy la vi con una chica similar, en fin, no sé que pensar, no sé que hacer- comente, -¿Qué vas a hacer?, sencillo date un tiempo, piensa que la que fallo fue ella, recuerda que siempre te dijo que no necesitaba todo lo que le dabas, piensa que quizá fuiste tanto para ella que no fuiste lo suficiente para ti, piensa que sí, siempre estas trabajando per que tu querías, querías recuperarla, tu lo hiciste todo, ella tomo la salida fácil, no la tenías viviendo mal, siempre estuviste ahí pendiente de las deudas, de la renta, vivía realmente bien por ti, porque todo le dabas, hasta la escuela le pagaste por un tiempo… ¿De verdad crees que no podrás tu sola?- preguntó - No es que crea que no puedo, lo que no se es por que me empeño en justificar su engaño, por que realmente creo que quien tuvo la culpa fui yo, trabajo tengo, auto tengo, estaré bien en el aspecto material… ¿Pero el sentimental?; Estuvimos mucho tiempo juntas fueron 5 años, que sé que no suena a una eternidad pero es algo más que un poco… No sé- dije, -Comprendo, todo eso piensas por que tu la amaste y te entregaste completa, todo tu mundo era ella y ahí esta tu error, tu mundo debes ser tú, Jimena, todo pasará, solo dale tiempo al tiempo y lo veras-.

La mire, me disculpe, quedamos de vernos después y me despedí, subí a mi habitación, quite las maletas de la cama y me tumbe con los brazos extendidos sintiendo la suavidad de aquel edredón y sintiendo también la soledad que comenzaba a hacerse cada vez más presente.


Continuará




No hay comentarios:

Publicar un comentario