II Un Error
Con esa sonrisa que la caracteriza, dibujada en sus pequeños y apetitosos labios, tomo la silla y se sentó, sentía su mirada, hacia el esfuerzo por no morir de nervios y salir corriendo, di un trago a mi agua, movía de manera incitante sus manos quería provocar el mas mínimo roce.
La salude como pude, no podía mirarla a los ojos, le ofrecí la carta y le pregunte que deseaba tomar, la hojeo de manera rápida y lenta a la vez, siempre procura que sus movimientos sean delicados, sus largos y sutiles dedos seguían mostrando sus hermosas uñas largas mientras decía que pediría un chocolate.
Llame al mesero, pedí su chocolate y yo mi expresso doble, al cual por la emoción no le puse azúcar y me costó mucho acabarme, esto ella no lo sabe, cada sorbo fue mas amargo y dulce que toda mi vida resumida en una pequeña taza, le pregunte si quería ya su pequeño pastel el cual me atreví a sugerir puesto que me había comentado que amaba los postres y por ende le gustaba mucho el chocolate.
Por esos días cuando planee la reservación idee un plan mágico y hermoso, pero al momento de llevarlo a cabo todo resulto muy atropellado.
Me puse en contacto con la cafetería, pedí que prepararan un plato especial con dos duetos y uno aparte con letras de chocolate y decorado de manera especial que tuviera la pregunta que resumiría los mejores 10 meses de mi vida.
Hice la señal al mesero para que acudiera con los dos pasteles únicamente, se coloco entre ella y yo, coloco el plato y el mundo se me vino abajo, no llevaba ni 15 minutos a mi lado sentada y sus ojos ya habían leído la pregunta que tenia tantas ganas de hacerle.
“Quieres ser mi novia…”
Continuara…
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